Microanotaciones

lunes, septiembre 19, 2011

Curso, Examen y Moraleja

Las semanas pasadas llevé un curso en línea síncrono (es decir, que las sesiones eran con instructor en vivo, no grabadas). De mi empresa empezamos 4 personas de los cuales 3 terminamos. Yo lo terminé por puro necio, porque el tema se me hacía muy denso, árido...

Mis dos compañeros que lo terminaron tenían mucho mejores posibilidades que yo, empezando porque uno tiene mucha experiencia en temas relacionados y el otro estaba bastante interesado y parecía captarle mejor... y terminando porque yo no estudié...

Hoy fue el examen final. En línea. Querían hacerlo juntos, pero eso implicaba renunciar a mi PC de escritorio con la que ya estoy bastante familiarizado, al teclado completo y mi doble monitor. No me malentiendan, soy perfectamente capaz de usar una laptop, pero si puedo evito trabajar en ellas. Además, veía venir que si el material de estudio era un PDF de 500 hojas mi doble monitor me iba a ser útil.

Pues lo fue.

Mis compañeros reprobaron y yo pasé. No porque yo supiera más, sino porque utilicé mejor las herramientas a mi alcance: en vez de conmutar ventanas en una pantalla, tenía el examen en una y el PDF en otra. Aunque parece que el porcentaje de efectividad de mis compañeros iba mejor que el mío, yo contesté más preguntas. Casi lo termino cuando ellos se quedaron a 3/4. Pasé de panzazo, lo cual me reafirma en la idea de que el doble monitor fue determinante.

Y bueno, no faltará quien note que no tengo empacho en confesar mi ignorancia en el tema. No es cinismo. La verdad, error mío, pensé que el curso era otro tema y cuando caí en cuenta ya estaba yo embarcado. Y la neta es que no me interesa. Mi brillante carrera en el tema terminará en mi comprobante de aprobado. Me retiro ganando.

Moraleja: jamás desprecien la posibilidad de que un doble monitor represente una ventaja en un examen en línea.

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